La Mesa de Restauración de Ecosistemas del Consejo Nacional de Sustentabilidad Ambiental y Vulnerabilidad (CONASAV) presentó los resultados de la “Plantatón 2017” y anunció la segunda fase de cuido y mantenimiento de los 13.7 millones de árboles que fueron plantados en el marco de la campaña.
Se sembraron 1.2 millones de árboles frutales y forestales y 12.5 millones de árboles de café. Las acciones a realizar en el mantenimiento son: limpieza alrededor del tallo, la fertilización con abono orgánico y el control fitosanitario, así como la apertura de 100,000 metros lineales de brechas cortafuego.
“Están distribuidas en diferentes sitios y éstas han sido consideradas porque tiene la amenaza de ser áreas reforestadas que colindan con parcelas que hacen quemas que no tienen ningún control o con cultivos de caña, que también eso es otra amenaza para la reforestación. En todo caso, las brechas no van a detener del todo un fuego, es una técnica preventiva”, dijo Blanca Juárez, directora ejecutiva de la Fundación ASISTEDCO, miembro de CONASAV.
Se reforestaron 202 sitios, distribuidos en los 14 departamentos del país. Los departamentos con más árboles plantados fueron Ahuachapán, Santa Ana, San Miguel y Morazán.
Durante la campaña se recaudó $45,894 de donativos de empresa privada, organismos y personas particulares; que serán administrados por el Fondo de la Iniciativa para las Américas (FIAES).
"Hacemos un llamado a todas las empresas a que se sumen en el año 2018 a que podamos aportar de una manera más comprometida en el mantenimiento, en la fertilización, en el brechado y en la limpieza que necesitan los árboles que ya han sido plantados. Es importante mencionar que esta es una actividad que tiene un fuerte enfoque de adaptación al cambio climático", dijo Jorge Oviedo, director de FIAES.
Recientemente, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) presentó el Plan Nacional de Restauración y Reforestación de Ecosistemas y Paisajes. “Este plan tiene 49 técnicas de restauración de ecosistemas y paisajes probadas en territorio, además que contamos con los listados de especies que debe ser sembradas bajo determinado tipo de condiciones”, expresó la titular del ramo, Lina Pohl.
lunes, 11 de diciembre de 2017
jueves, 14 de septiembre de 2017
El egoísmo automovilístico
La aspiración de muchas personas en la vida es poder obtener un trabajo con ingresos que les permita hacerse de algunos objetos y herramientas que les faciliten la vida. Uno de esos suele ser un automóvil o al menos una motocicleta.
En El Salvador sobran motivos para tener un vehículo, comenzando con la seguridad, porque la situación de violencia es compleja y utilizar el servicio de transporte público puede ser un verdadero atentado contra la vida.
Además que tener un vehículo brinda cierto “estatus” o más “caché”. Y el hecho de gastar en gasolina y pagar con ella más impuestos como que da la sensación que somos categoría VIP y nos vuelve más exigentes.
Pero tener un vehículo automotor lleva consigo mucha responsabilidad y demanda la consciencia de que las vías son de uso compartido en sus diferentes modos de movilidad.
Sin embargo, en El Salvador y principalmente en la zona metropolitana, parece que esa consciencia fue sustituida por el egoísmo. Todo conductor debe cumplir y respetar una serie de lineamientos que están concentrados en la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial y sus reglamentos, sí, ese libro que le dieron en la escuela de manejo y le dijeron que estudiara porque le iban a hacer un examen.
Lastimosamente, muchos hacen caso omiso de dicha normativa y conducen irrespetando al resto de usuarios. Las multas que impone la Policía de Tránsito parecen no tener mayor efecto, en especial cuando la leve ni siquiera llega a los US$12. Quizá las bartolinas hasta les parecen cómodas a quienes pasan las 72 horas al ser encontrados alcoholizados.
Nunca falta el impaciente que al ver una fila de vehículos detenidos adelanta invadiendo el carril contrario para colocarse al frente, o adelante por la derecha. ¿Acaso se cree más importante que el resto de conductores?, ¿acaso el resto de personas debe aceptar su conducta solo porque sí?, ¿acaso su derecho de transitar por las vías públicas está por encima del derecho de los demás?
Acciones como esas son un riesgo no solo para quien las realiza sino para los demás. Se confían demasiado en su destreza y esta a veces les puede fallar y terminar con un evento lamentable.
Sí, esos que comúnmente llamamos “accidente”, que no es tan accidente cuando es el resultado de las decisiones y acciones que tomamos.
Accidente, según el diccionario de la Lengua española es: Suceso eventual que altera el orden regular de las cosas.
Pues vivimos bien alterados con un promedio diario de 60 de estos eventos.
Por invadir el carril, del 1 de enero al 12 de septiembre ocurrieron 3,191 “accidentes”, según publicó en Twitter el Viceministerio de Transporte (VMT).
Pero no es solo eso, somos egoístas cuando queremos las calles totalmente libres para transitar. Nos quejamos del tráfico, ese que contribuimos a generar cuando no medimos bien el tiempo, porque no podemos concebir salir más temprano de nuestras casas.
Por algo le llaman “hora pico” al periodo de tiempo en que hay más vehículos circulando. Todos entrando o saliendo al mismo tiempo, un caos.
Y la prisa también nos hace querer acelerar más. Y ver las calles libres, principalmente de noche, tienta a pisar a fondo el acelerador. Por velocidad inadecuada hubo ya 990 incidentes.
Por supuesto, también están los intolerantes. Además de la contaminación del aire por el humo que emanan los escapes de los automotores está la contaminación por el ruido. Una desafinada melodía de las bocinas de miles y miles de vehículos al unísono y ponen el acento los que le recuerdan a los otros a sus progenitoras.
He visto automovilistas que le pitan a los autobuses para que se muevan cuando estos pararon justamente donde está la parada autorizada y están bajando o subiendo pasajeros.
Sí, lee bien, PASAJEROS, esas millares de personas que no tienen vehículo propio y tienen que viajar en transporte público; que además de viajar apretadas en los buses y microbuses tienen que levantarse más temprano, correr el riesgo de que les roben sus pertenencias, llegar tarde por el tráfico y en el caso de las mujeres, ser manoseadas e irrespetadas por más de algún pervertido que se aprovecha de la situación.
También los buseros son un problema por la forma en que conducen, se quedan atravesados en las paradas y paran a media calle, van peleando vía y llevan música estridente y de remate reguetón. Cuando sacan la mano por la ventana, es señal que ya se metió al carril. Pitar e insultarlos por eso es pan de cada día.
Y no olvidemos a los ciclistas, esas personas que utilizan un medio de transporte de pedales y no de motor. Los que son vulnerables en el tráfico, los que merecen un espacio seguro para transitar.
Pero claro, los de carro no pueden aceptar que haya carriles para ciclistas, el espacio no alcanza y el que hay debe servir para los automóviles. Egoísmo.
Tampoco se concibe un carril para buses. No, la calle es de todos, todos exigimos el derecho de transitar, queremos trato igualitario en condiciones desiguales.
Por supuesto, los motociclistas tienen su aporte especial en este festín de tráfico. Van cruzándose en los carriles, se van por el centro de la vía, por la derecha y cuando es posible, por la acera. Hasta le pitan a los peatones para que se aparten. 187 motociclistas han fallecido este año.
En El Salvador sobran motivos para tener un vehículo, comenzando con la seguridad, porque la situación de violencia es compleja y utilizar el servicio de transporte público puede ser un verdadero atentado contra la vida.
Además que tener un vehículo brinda cierto “estatus” o más “caché”. Y el hecho de gastar en gasolina y pagar con ella más impuestos como que da la sensación que somos categoría VIP y nos vuelve más exigentes.
Pero tener un vehículo automotor lleva consigo mucha responsabilidad y demanda la consciencia de que las vías son de uso compartido en sus diferentes modos de movilidad.
Sin embargo, en El Salvador y principalmente en la zona metropolitana, parece que esa consciencia fue sustituida por el egoísmo. Todo conductor debe cumplir y respetar una serie de lineamientos que están concentrados en la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial y sus reglamentos, sí, ese libro que le dieron en la escuela de manejo y le dijeron que estudiara porque le iban a hacer un examen.
Lastimosamente, muchos hacen caso omiso de dicha normativa y conducen irrespetando al resto de usuarios. Las multas que impone la Policía de Tránsito parecen no tener mayor efecto, en especial cuando la leve ni siquiera llega a los US$12. Quizá las bartolinas hasta les parecen cómodas a quienes pasan las 72 horas al ser encontrados alcoholizados.
Nunca falta el impaciente que al ver una fila de vehículos detenidos adelanta invadiendo el carril contrario para colocarse al frente, o adelante por la derecha. ¿Acaso se cree más importante que el resto de conductores?, ¿acaso el resto de personas debe aceptar su conducta solo porque sí?, ¿acaso su derecho de transitar por las vías públicas está por encima del derecho de los demás?
Acciones como esas son un riesgo no solo para quien las realiza sino para los demás. Se confían demasiado en su destreza y esta a veces les puede fallar y terminar con un evento lamentable.
Sí, esos que comúnmente llamamos “accidente”, que no es tan accidente cuando es el resultado de las decisiones y acciones que tomamos.
Accidente, según el diccionario de la Lengua española es: Suceso eventual que altera el orden regular de las cosas.
Pues vivimos bien alterados con un promedio diario de 60 de estos eventos.
Por invadir el carril, del 1 de enero al 12 de septiembre ocurrieron 3,191 “accidentes”, según publicó en Twitter el Viceministerio de Transporte (VMT).
Pero no es solo eso, somos egoístas cuando queremos las calles totalmente libres para transitar. Nos quejamos del tráfico, ese que contribuimos a generar cuando no medimos bien el tiempo, porque no podemos concebir salir más temprano de nuestras casas.
Por algo le llaman “hora pico” al periodo de tiempo en que hay más vehículos circulando. Todos entrando o saliendo al mismo tiempo, un caos.
Y la prisa también nos hace querer acelerar más. Y ver las calles libres, principalmente de noche, tienta a pisar a fondo el acelerador. Por velocidad inadecuada hubo ya 990 incidentes.
Por supuesto, también están los intolerantes. Además de la contaminación del aire por el humo que emanan los escapes de los automotores está la contaminación por el ruido. Una desafinada melodía de las bocinas de miles y miles de vehículos al unísono y ponen el acento los que le recuerdan a los otros a sus progenitoras.
He visto automovilistas que le pitan a los autobuses para que se muevan cuando estos pararon justamente donde está la parada autorizada y están bajando o subiendo pasajeros.
Sí, lee bien, PASAJEROS, esas millares de personas que no tienen vehículo propio y tienen que viajar en transporte público; que además de viajar apretadas en los buses y microbuses tienen que levantarse más temprano, correr el riesgo de que les roben sus pertenencias, llegar tarde por el tráfico y en el caso de las mujeres, ser manoseadas e irrespetadas por más de algún pervertido que se aprovecha de la situación.
También los buseros son un problema por la forma en que conducen, se quedan atravesados en las paradas y paran a media calle, van peleando vía y llevan música estridente y de remate reguetón. Cuando sacan la mano por la ventana, es señal que ya se metió al carril. Pitar e insultarlos por eso es pan de cada día.
Y no olvidemos a los ciclistas, esas personas que utilizan un medio de transporte de pedales y no de motor. Los que son vulnerables en el tráfico, los que merecen un espacio seguro para transitar.
Pero claro, los de carro no pueden aceptar que haya carriles para ciclistas, el espacio no alcanza y el que hay debe servir para los automóviles. Egoísmo.
Tampoco se concibe un carril para buses. No, la calle es de todos, todos exigimos el derecho de transitar, queremos trato igualitario en condiciones desiguales.
Por supuesto, los motociclistas tienen su aporte especial en este festín de tráfico. Van cruzándose en los carriles, se van por el centro de la vía, por la derecha y cuando es posible, por la acera. Hasta le pitan a los peatones para que se aparten. 187 motociclistas han fallecido este año.
Ah y no hay que dejar de mencionar la “epidemia” de usar el teléfono celular mientras van manejando. Atender una llamada, escribir un mensaje o chat deja en segundo plano la conducción.
“Que se fijen los demás, yo tengo que atender esta llamada porque es importante”. Y ahí van muchos distraídos y distraídas avanzando sin fijarse y cuando lo hacen, ya fue demasiado tarde.
Por distracción ocurrieron 3,305 incidentes.
No dejemos de lado a los peatones. Para algunos quizá es ofensivo ver gente cruzando la calle porque les hace reducir la velocidad o mejor solo suenan la bocina para que se apresuren. Y los de a pie también contribuimos al desorden. Muchos, dominados por la imprudencia, prefieren cruzar la calle debajo de la pasarela cuando tienen las condiciones físicas para poder usarla. No esperan que el color del semáforo les dé el paso o van caminando viendo el teléfono, distraídos, víctimas, usuarios vulnerables. Mea culpa
En total, hasta el 12 de septiembre hubo en El Salvador 14,968 eventos de tránsito como los llama la Organización Panamericana/Mundial de la Salud (OPS/OMS). Si el resultado fuera solo daños materiales no habría mayor inconveniente, el problema es que afectan lo más preciado: la vida.
841 personas murieron por “accidentes” viales, “accidentes” que tal vez se pudieron evitar si no fuéramos tan egoístas a la hora de conducirnos en el tránsito.
Más que campañas publicitarias, necesitamos una reeducación en seguridad vial, desaprender y aprender de nuevo, pero esta vez hacerlo bien.
Practiquemos la paciencia, la tolerancia. Hay que quitarle el polvo al libro de la ley de tránsito y leerlo de nuevo. Recuerde que el timón está en sus manos.
“Que se fijen los demás, yo tengo que atender esta llamada porque es importante”. Y ahí van muchos distraídos y distraídas avanzando sin fijarse y cuando lo hacen, ya fue demasiado tarde.
Por distracción ocurrieron 3,305 incidentes.
No dejemos de lado a los peatones. Para algunos quizá es ofensivo ver gente cruzando la calle porque les hace reducir la velocidad o mejor solo suenan la bocina para que se apresuren. Y los de a pie también contribuimos al desorden. Muchos, dominados por la imprudencia, prefieren cruzar la calle debajo de la pasarela cuando tienen las condiciones físicas para poder usarla. No esperan que el color del semáforo les dé el paso o van caminando viendo el teléfono, distraídos, víctimas, usuarios vulnerables. Mea culpa
En total, hasta el 12 de septiembre hubo en El Salvador 14,968 eventos de tránsito como los llama la Organización Panamericana/Mundial de la Salud (OPS/OMS). Si el resultado fuera solo daños materiales no habría mayor inconveniente, el problema es que afectan lo más preciado: la vida.
841 personas murieron por “accidentes” viales, “accidentes” que tal vez se pudieron evitar si no fuéramos tan egoístas a la hora de conducirnos en el tránsito.
Más que campañas publicitarias, necesitamos una reeducación en seguridad vial, desaprender y aprender de nuevo, pero esta vez hacerlo bien.
Practiquemos la paciencia, la tolerancia. Hay que quitarle el polvo al libro de la ley de tránsito y leerlo de nuevo. Recuerde que el timón está en sus manos.
sábado, 1 de julio de 2017
El reposo de un potente gigante
El Parque Nacional El Boquerón es uno de los destinos turísticos más cercanos a la capital salvadoreña y es visitado por turistas nacionales y extranjeros. El clima fresco y la impresionante vista le proporcionan ese peculiar atractivo.
Dentro del cráter está un volcán denominado El Boqueroncito, que fue formado con explosiones y lava donde una vez hubo una laguna, la cual se evaporó en la erupción de la noche del 7 de junio de 1917.
Este es un volcán en constante monitoreo al ser una de las principales amenazas para la zona metropolitana de San Salvador. Geólogos y vulcanólogos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) se encargan del monitorizar el comportamiento del coloso, uno de los seis clasificados como activos en el país junto con los de San Miguel, Santa Ana, San Vicente, Izalco y la caldera de Ilopango; pero que de momento no tiene una actividad eruptiva.
El Boqueroncito se encuentra a 1,340 metros sobre el nivel del mar. “Si abrimos un hoyo desde el fondo hacia el norte, justamente ahí fue donde emanaron las lavas que salieron y que hoy conocemos como Sitio de Niño o Lavas del Playón”, dijo Eduardo Gutiérrez, vulcanólogo del MARN.
El complejo volcánico está formado por varios conos y por varios volcanes. Se tiene registro de 26 conos que hicieron erupción en los últimos 3,000 años.
“La primera cosa que debería de salir cuando un volcán va a comenzar a hacer erupción, lo primero que emana es el CO2 (dióxido de carbono), es un gas volcánico que por su densidad es lo primero que sale, a través de los poros y las grietas”, dijo Gutiérrez.
Otra característica es que inician pequeños temblores cuando se va llenando la cámara magmática con agua y gas y empieza a crecer, y a esos temblores se les conoce como “volcano-tectónicos tipo A”.
El MARN cuenta alrededor con estaciones sísmicas que detectan la frecuencia de los sismos. “Nos va a cambiar la frecuencia y vamos a ver que sale el gas SO2 (dióxido de azufre), que es el segundo, ya los componentes de azufre comenzarían a salir y la sismicidad nos cambiaría a sismos tipo híbridos o tipo volcánicos. Esto ya quiere decir que hay movimiento en esas grietas de los fluidos magmáticos”, agregó.
En ese momento sería un tremor volcánico de baja frecuencia y sería signo de una erupción. “Por eso es lo importante de tener un monitoreo sísmico alrededor de todo el volcán. Adicionalmente, tenemos monitoreo de temperatura en el cerro La Olla, es un volcancito monogenético, y monitoreamos las aguas”, dijo.
Aunque se cuenta con una red de monitoreo, no es posible definir cuándo haría erupción; por lo que señalan la importancia de estar alerta a los signos que presente.
Además, El Salvador está en una zona sísmica tanto por fallas locales como por la actividad de las placas tectónicas. De ahí que es importante tomar en cuenta los estudios y análisis científicos para la toma de decisiones en planes de educación y prevención para salvaguardar vidas.
El Boqueroncito se encuentra a 1,340 metros sobre el nivel del mar. “Si abrimos un hoyo desde el fondo hacia el norte, justamente ahí fue donde emanaron las lavas que salieron y que hoy conocemos como Sitio de Niño o Lavas del Playón”, dijo Eduardo Gutiérrez, vulcanólogo del MARN.
El complejo volcánico está formado por varios conos y por varios volcanes. Se tiene registro de 26 conos que hicieron erupción en los últimos 3,000 años.
“La primera cosa que debería de salir cuando un volcán va a comenzar a hacer erupción, lo primero que emana es el CO2 (dióxido de carbono), es un gas volcánico que por su densidad es lo primero que sale, a través de los poros y las grietas”, dijo Gutiérrez.
Otra característica es que inician pequeños temblores cuando se va llenando la cámara magmática con agua y gas y empieza a crecer, y a esos temblores se les conoce como “volcano-tectónicos tipo A”.
El MARN cuenta alrededor con estaciones sísmicas que detectan la frecuencia de los sismos. “Nos va a cambiar la frecuencia y vamos a ver que sale el gas SO2 (dióxido de azufre), que es el segundo, ya los componentes de azufre comenzarían a salir y la sismicidad nos cambiaría a sismos tipo híbridos o tipo volcánicos. Esto ya quiere decir que hay movimiento en esas grietas de los fluidos magmáticos”, agregó.
En ese momento sería un tremor volcánico de baja frecuencia y sería signo de una erupción. “Por eso es lo importante de tener un monitoreo sísmico alrededor de todo el volcán. Adicionalmente, tenemos monitoreo de temperatura en el cerro La Olla, es un volcancito monogenético, y monitoreamos las aguas”, dijo.
Aunque se cuenta con una red de monitoreo, no es posible definir cuándo haría erupción; por lo que señalan la importancia de estar alerta a los signos que presente.
Además, El Salvador está en una zona sísmica tanto por fallas locales como por la actividad de las placas tectónicas. De ahí que es importante tomar en cuenta los estudios y análisis científicos para la toma de decisiones en planes de educación y prevención para salvaguardar vidas.
viernes, 12 de mayo de 2017
Disminución de unos 6,000 usuarios del SITRAMSS
Uno de los efectos de la medida cautelar decretada por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que ordenó abrir al tránsito libre el carril exclusivo del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (SITRAMSS) fue que dicho servicio tuvo una reducción unos 6,000 usuarios, según informó el Viceministro de Transporte, Nelson García.
El SITRAMSS es un sistema de transporte BRT (Bus Rapid Tránsit) similar a los que funcionan en otros países de América Latina, para lo que se construyó un carril segregado al centro del bulevar del Ejército Nacional y la alameda Juan Pablo II, de 6.4 kilómetros de longitud, una terminal central, un centro de control y estaciones de abordaje al centro del carril.
Hasta antes de la medida, reportó un promedio de 45,000 usos/pasajes diarios.
Una de las características es contar con un carril exclusivo para el transporte masivo, con el fin de que tenga mayor velocidad, aspecto que, precisamente, fue afectado con la incorporación de más vehículos a la vía. Según García, la frecuencia de las unidades aumentó entre 23 y 25 minutos, casi el doble del recorrido diseñado.
Mientras que Genaro Ramírez, uno de los demandantes contra el proyecto, dijo que -según lo que vieron en notas informativas- la afectación en el tiempo de recorrido fue solo de 10 minutos. Y consideró que los usuarios optaron por el transporte tradicional en lugar del SITRAMSS porque el tráfico estuvo más fluido y se ahorraron US$0.13 de pasaje, ya que los buses ordinarios cobran US$0.20.
Agregó que se benefició a automovilistas, quienes pudieron llegar a sus destinos en menor tiempo, ya que el bulevar del Ejército es una de las vías más congestionadas del AMSS. De hecho, el Tránsito Promedio Diario Anual (TPDA) registrado es de 50,527 automotores de todo tipo.
En cambio, Miguel Castañeda, presidente de la Unión de Empresas SITRAMSS, que opera el servicio de transporte masivo, consideró que se tuvo una reducción de usuarios de hasta el 50 % y se aumentó el tiempo de frecuencia hasta 37 minutos. Comentó que la reducción de usuarios corresponde al aumento que habían percibido de personas que dejaban su vehículo y utilizaban el SITRAMSS; pero que regresaron al rodado privado.
Tanto García como Castañeda están preocupados de que esta medida afecte la sostenibilidad del proyecto, no se puedan soportar los costos operacionales y la empresa termine retirándose. Pone en duda también que se pueda completar la primera fase del sistema, que incluye que la terminal de Oriente salga de San Salvador a la zona limítrofe de los municipios de Soyapango e Ilopango y así lograr que unas 680 unidades de las rutas orientales del país no ingresen a la capital y se quite carga vehicular al bulevar del Ejército.
También está en duda completar la integración de las rutas de transporte de Soyapango como alimentadoras y tampoco tengan que llegar hasta San Salvador. La proyección de usuarios en esta fase es de 430,000 personas.
Para esta etapa, los empresarios del sistema tienen que incorporar 171 buses articulados y padrón más, para lo que la Unión de Empresas gestiona un financiamiento con el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES). Por diferentes circunstancias, este proceso se dilató, ya que las primeros lotes de unidades se esperaban para el año 2016 y no han llegado hasta la fecha.
La Presidencia de la República de El Salvador ya solicitó a la Sala de lo Constitucional revocar la medida cautelar y los empresarios harían una petición similar.
La resolución fue emitida el 8 de mayo y ordenó su aplicación a partir del día 11 de mayo, como parte de un proceso de análisis de una demanda de inconstitucionalidad que interpusieron tres empresarios de transporte y que fue admitida por la Sala el 12 de agosto de 2015.
En dos oportunidades, la Sala denegó la petición de los demandantes de emitir una medida cautelar. Lo que se estudia es si el Gobierno violentó el Artículo 120 de la Constitución, que se refiere a que la concesión de la infraestructura pública debe pasar por una licitación aprobada por la Asamblea Legislativa.
Los argumentos de los empresarios es que no se cumplió con la legalidad requerida y se benefició a privados con la explotación del carril.
Mientras que el Gobierno argumenta que no se necesitaba una licitación porque no hubo concesión de la infraestructura pública y que esta sigue siendo del Estado. Indica que se trata de un servicio de transporte, para el cual utilizaron concesiones y permisos de línea que los empresarios ya tenían y que cuentan con las facultades administrativas para poder hacer las modificaciones. Además de que afirman que la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial les faculta establecer carriles exclusivos.
La demanda sigu en estudio en la CSJ.
El SITRAMSS es un sistema de transporte BRT (Bus Rapid Tránsit) similar a los que funcionan en otros países de América Latina, para lo que se construyó un carril segregado al centro del bulevar del Ejército Nacional y la alameda Juan Pablo II, de 6.4 kilómetros de longitud, una terminal central, un centro de control y estaciones de abordaje al centro del carril.
Hasta antes de la medida, reportó un promedio de 45,000 usos/pasajes diarios.
Una de las características es contar con un carril exclusivo para el transporte masivo, con el fin de que tenga mayor velocidad, aspecto que, precisamente, fue afectado con la incorporación de más vehículos a la vía. Según García, la frecuencia de las unidades aumentó entre 23 y 25 minutos, casi el doble del recorrido diseñado.
Mientras que Genaro Ramírez, uno de los demandantes contra el proyecto, dijo que -según lo que vieron en notas informativas- la afectación en el tiempo de recorrido fue solo de 10 minutos. Y consideró que los usuarios optaron por el transporte tradicional en lugar del SITRAMSS porque el tráfico estuvo más fluido y se ahorraron US$0.13 de pasaje, ya que los buses ordinarios cobran US$0.20.
Agregó que se benefició a automovilistas, quienes pudieron llegar a sus destinos en menor tiempo, ya que el bulevar del Ejército es una de las vías más congestionadas del AMSS. De hecho, el Tránsito Promedio Diario Anual (TPDA) registrado es de 50,527 automotores de todo tipo.
En cambio, Miguel Castañeda, presidente de la Unión de Empresas SITRAMSS, que opera el servicio de transporte masivo, consideró que se tuvo una reducción de usuarios de hasta el 50 % y se aumentó el tiempo de frecuencia hasta 37 minutos. Comentó que la reducción de usuarios corresponde al aumento que habían percibido de personas que dejaban su vehículo y utilizaban el SITRAMSS; pero que regresaron al rodado privado.
Tanto García como Castañeda están preocupados de que esta medida afecte la sostenibilidad del proyecto, no se puedan soportar los costos operacionales y la empresa termine retirándose. Pone en duda también que se pueda completar la primera fase del sistema, que incluye que la terminal de Oriente salga de San Salvador a la zona limítrofe de los municipios de Soyapango e Ilopango y así lograr que unas 680 unidades de las rutas orientales del país no ingresen a la capital y se quite carga vehicular al bulevar del Ejército.
También está en duda completar la integración de las rutas de transporte de Soyapango como alimentadoras y tampoco tengan que llegar hasta San Salvador. La proyección de usuarios en esta fase es de 430,000 personas.
Para esta etapa, los empresarios del sistema tienen que incorporar 171 buses articulados y padrón más, para lo que la Unión de Empresas gestiona un financiamiento con el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES). Por diferentes circunstancias, este proceso se dilató, ya que las primeros lotes de unidades se esperaban para el año 2016 y no han llegado hasta la fecha.
La Presidencia de la República de El Salvador ya solicitó a la Sala de lo Constitucional revocar la medida cautelar y los empresarios harían una petición similar.
La resolución fue emitida el 8 de mayo y ordenó su aplicación a partir del día 11 de mayo, como parte de un proceso de análisis de una demanda de inconstitucionalidad que interpusieron tres empresarios de transporte y que fue admitida por la Sala el 12 de agosto de 2015.
En dos oportunidades, la Sala denegó la petición de los demandantes de emitir una medida cautelar. Lo que se estudia es si el Gobierno violentó el Artículo 120 de la Constitución, que se refiere a que la concesión de la infraestructura pública debe pasar por una licitación aprobada por la Asamblea Legislativa.
Los argumentos de los empresarios es que no se cumplió con la legalidad requerida y se benefició a privados con la explotación del carril.
Mientras que el Gobierno argumenta que no se necesitaba una licitación porque no hubo concesión de la infraestructura pública y que esta sigue siendo del Estado. Indica que se trata de un servicio de transporte, para el cual utilizaron concesiones y permisos de línea que los empresarios ya tenían y que cuentan con las facultades administrativas para poder hacer las modificaciones. Además de que afirman que la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial les faculta establecer carriles exclusivos.
La demanda sigu en estudio en la CSJ.
martes, 28 de febrero de 2017
Precaución: salvadoreños al volante
Cruzar la doble línea amarilla, adelantar por el hombro o el carril contrario para avanzar en la fila, pitar para que el vehículo de enfrente avance, pasarse el semáforo en rojo, conducir e ir hablando por el teléfono celular, no ceder el paso, estacionarse en eje preferencial, gritar, silbar e insultar a los demás conductores y muchas otras conductas son las que caracterizan a los automovilistas salvadoreños, principalmente en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), donde la cantidad de vehículos que circulan sobrepasa los 450,000. En el país el registro de automotores sobrepasa el millón 18 mil unidades.
Y es que los salvadoreños al volante tienden a ser bastante agresivos, así lo refleja el estudio "El comportamiento agresivo al conducir asociado a factores psicosociales en los conductores salvadoreños", elaborado por la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC).
El documento señala que el perfil de personalidad de los conductores salvadoreños con mayor riesgo de accidentabilidad al volante en El Salvador está caracterizado por presentar mayores índices de estrés general, déficit de bienestar psicológico y salud mental, mayor incidencia de síntomas de ansiedad y depresión.
Agrega que estos son los conductores más jóvenes (menores de 30 años), los que consumen bebidas alcohólicas tres o más veces por semana, los que presentan enojo o cólera (furia o ira) con facilidad al conducir (más de 4 veces por semana) y son residentes urbanos.
Las mujeres son las que expresan mayor agresividad verbal, conductas arriesgadas y distracción al conducir; mientras que los hombres son los que presentan más agresividad física y uso de vehículo para expresar agresividad al conducir. Los hombres tienen 59.6% de incidencia de conducción arriesgada y las mujeres 58%.
De acuerdo al tipo de vehículo que conducen, el estudio indica que los más agresivos son los conductores de taxis, motos, pick-up, rastras y particulares; más que el transporte público. Los conductores de transporte particular tienen incidencia del 65.8% de conducta arriesgada y el transporte público 52.6%.
“Tiene que ver un poco con otros factores, como la congestión del tráfico y que la policía se ha puesto más estricta con los conductores de buses y eso contribuye mucho”, expresó José Ricardo Gutiérrez, investigador del estudio.
El examen
A partir de la segunda quincena de marzo de 2017, el Viceministerio de Transporte (VMT) espera implementar el examen psicológico a los aspirantes a obtener licencia de conducir. En el año cerca de 60,000 personas efectúan ese trámite, pero casi el 20% reprueba el examen teórico que se aplica actualmente en el VMT.
Esta nueva prueba o segundo "colador" buscaría que haya menos personas con actitudes negativas a la hora de conducir. Además, otra medida a implementar también es hacer el examen práctico (actualmente solo lo hacen en las examinadoras autorizadas), para determinar que los aspirantes realmente tienen las capacidades de conducción.
Mientras tanto, en El Salvador ocurren en promedio 60 accidentes de tránsito diarios, con un promedio de 3.6 fallecidos al día.
miércoles, 11 de enero de 2017
La paz sobreestimada o subestimada
Cuando uno ve las redes sociales da la impresión que la tendencia es ser negativo para parecer intelectual. Con la coyuntura del aniversario de los acuerdos de paz algunos dice que estamos igual que durante el conflicto, por lo que no hay paz qué celebrar.
Me pregunto qué edad tendrán quienes lo dicen, porque si andan entre los 33 y 34 como yo, eran unos niños en la época del conflicto, yo tengo pocos recuerdos y eso que crecí en un municipio donde alguna afectación hubo; otros quizá estuvieron en lugares más complicados o menos.
Pero bueno, no es ese el punto, el punto al que me quiero referir es que no es posible que estemos igual por muchas razones. Y la principal es que nada se mantiene estático, el tiempo, las condiciones, la gente, el conocimiento,ni el clima pues.
Ahora vivimos una agobiante situación de inseguridad, pero sus raíces están más en una época de posguerra mal administrada. Sí, aquí fue como decir "ya se firmó la paz y aquí no ha pasado nada", no hubo reparación, no hubo justicia, no hubo desarrollo para las comunidades.
Yo creo que el país sí creció en muchos aspectos, pero no todos participaron del crecimiento.
Pero sin duda, no somos los mismos que hace 25 años, no podemos ser los mismos.
Me pregunto qué edad tendrán quienes lo dicen, porque si andan entre los 33 y 34 como yo, eran unos niños en la época del conflicto, yo tengo pocos recuerdos y eso que crecí en un municipio donde alguna afectación hubo; otros quizá estuvieron en lugares más complicados o menos.
Pero bueno, no es ese el punto, el punto al que me quiero referir es que no es posible que estemos igual por muchas razones. Y la principal es que nada se mantiene estático, el tiempo, las condiciones, la gente, el conocimiento,ni el clima pues.
Ahora vivimos una agobiante situación de inseguridad, pero sus raíces están más en una época de posguerra mal administrada. Sí, aquí fue como decir "ya se firmó la paz y aquí no ha pasado nada", no hubo reparación, no hubo justicia, no hubo desarrollo para las comunidades.
Yo creo que el país sí creció en muchos aspectos, pero no todos participaron del crecimiento.
Pero sin duda, no somos los mismos que hace 25 años, no podemos ser los mismos.
La firma de los acuerdos de paz en El Salvador entre el Gobierno y las organizaciones del FMLN es un punto en las páginas de la historia. El resto, a nosotros nos toca escribirla.