A pesar de eso, mi Señor Todopoderoso es tan lindo que no me ha dejado, me fortalece y me ayuda; permanece fiel y cada día son nuevas sus misericordias.
Mi Padre celestial es amor y sabiduría ilimitada, que me apena tanto no corresponderle como es digno.
Pero mientras hay vida, hay esperanza. La realidad es dura y hay muchos retos, desafíos, metas, cambios, correcciones por hacer y cosas que aprender. Será costoso, lo sé, pero también sé que nada me separará del amor de Dios en Cristo Jesús.
"Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos"
Romanos 13:11
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