Si mejor no estuvieras
A veces quisiera que no estuvieras, para que no veas la debilidad en mis ojos y delaten la fragilidad que provocas.
A veces preferiría que no estuvieras, para no escuchar tu risa que vibra en cada latido de mi pecho.
A veces deseo que no estuvieras, para que mis mejillas no anhelen el roce de tus manos.
A veces me gustaría que no estuvieras, para no añorar tu calor y me invada el deseo por llenar tus brazos.
A veces quisiera que no estuvieras, para que no ocupes mi mente y dejes libres mis pensamientos.
A veces deseo que no estuvieras, para no recordarme el sueño perdido y la idea que se desvaneció con la fuerza de la realidad.
A veces quisiera, simplemente, no sentir.
Pero si no estuvieras, no alegrarían tus ojos a mis latidos.
Si no estuvieras, no se ruborizaría mi corazón con tus alegrías.
Si no estuvieras no sonreiría cada vez que te pienso.
Si no estuvieras, no conocería la alegría y la vulnerabilidad fundidas en un solo sentimiento. La ilusión y la razón en un solo pensamiento.
Si no estuvieras, una plegaria por dicha y alegría no sería elevada.
Si no estuvieras, simplemente no sentiría.
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