El ataque del chichipate y la sanguijuela.
En un hecho sin precedentes en la historia mediática salvadoreña, los líderes de las gremiales de transporte AEAS y FECOATRANS, firmaron un protocolo de entendimiento.
Durante años, los empresarios Genaro Ramírez y Catalino Miranda han protagonizado acalorados debates sobre la forma en que defienden los intereses del transporte público de pasajeros.
Encontrarse en un mismo lugar y verse las caras nunca fue de agrado para dichos tranportistas, por lo que, de más está decirlo, obtuvieron más atención de parte de la prensa con respecto a otros líderes gremiales.
Como ambos no se andan con rodeos ni con pelos en la lengua, las desacreditaciones mutuas nunca faltaron. En octubre del 2010, luego de una reunión con autoriades de Casa Presidencial, Miranda catalogó a Ramírez como una "sanguijuela" que buscaba sólo sus intereses.
Este comentario pareció no importale a Ramírez quien catalogó a Miranda como "chichipate", o sea un ebrio que no sabe lo que dice.
Ahora la realidad económica del sector transporte los obliga a unir fuerzas, seguramente, para tener más respaldo a la hora de proponer (o pedir) al gobierno mejoras a la rentabilidad.
Las acciones futuras y/o las respuestas del Ejecutivo a sus propuestas determinarán si este matrimonio logra cumplir aniversario o un expedito divorcio.
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