Estudiantes universitarios miembros de la Asociación Jóvenes de El Salvador, mejor conocida como Fraternidad Universitaria, lanzaron, ayer, el proyecto “Mi trabajo es la escuela. Erradicando las peores formas de trabajo infantil”. El objetivo es mejorar la calidad de vida de varios niños y niñas que se dedican a alguna actividad laboral.
El proyecto consta de varios pasos: el primero es la identificación de los lugares donde se concentran los menores que serán beneficiados. “Vamos a estar ejecutando en la zona metropolitana de San Salvador, abarcando los mercados municipales, las ventas ambulantes y por los semáforos, los cuales están abarrotados de niños vendiendo cosas o pidiendo dinero”, dijo Cecilia Eugenia Doñan, vicepresidenta de la Fraternidad.
Luego inicia el trabajo de sensibilización sobre el trabajo infantil hacia los pequeños y hacia sus padres o tutores. “Llegaremos a sus diferentes lugares donde ellos trabajan, después de eso iremos a ver dónde viven para conocer a los tutores y obtener su autorización”, indicó Doñan.
Al tener los listados de niños participantes, identificarán las necesidades específicas. “Algunos tendrán necesidad bucal, nutricional o mental, cada caso es diferente”, añadió.
En el proyecto participarán 70 estudiantes voluntarios, quienes llevarán atención tanto sicológica como nutricional para que los menores tengan un mejor desarrollo físico y mental.
La labor de campo iniciará a inicios del próximo mes. El trabajo con los niños durará el resto del año. El objetivo es brindar las condiciones para que los infantes se incorporen a la escuela el próximo año lectivo.
Los fondos para desarrollar provienen de empresas y patrocinadores extranjeros, se calcula que auxiliarán a un máximo de 80 niños con un promedio de inversión de mil dólares por cada uno.
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