lunes, 15 de marzo de 2010

¿Y a los periodistas quién nos defiende?

Los recientes hechos de violencia juvenil han generado multitud de opiniones. Entre ellas están quienes felicitan al compañero fotoperiodista de un medio escrito por captar el momento en que un joven asesina a otro con un cuchillo para llevarse su camisa -ya que la víctima asistía a un instituto de educación media "rival"-, a plena luz de día.
Y están los que dicen que publicar este tipo de imágenes no contribuye a generar una cultura de paz y dicen por qué el fotoperiodista no hizo nada por impedir el homicidio.
En este último caso, me es inevitable hacer la siguiente pregunta: ¿los periodistas somos superhéroes?
La respuesta es un definitivo NO. Los periodistas estamos en la calle para captar la realidad y transmitirla y generar conciencia de la situación que vive la sociedad para que sea ésta, en su conjunto, la que haga lo necesario para cambiarla.
Por otro lado, había más personas en el lugar de los hechos que tampoco hicieron nada, ¿por qué no le ayudaron al muchacho, era menos su responsabilidad que la del periodista?
La verdad es que nadie en este país se mete en pleitos de jóvenes. Y es que se ha vuelto tan cotidiano ver a los estudiantes forcejeando en la calle, que la gente se vuelve indiferente a este problema.
El agravante de este caso es que el agresor portaba un arma y con ella le quitó la vida a un estudiante de intachable conducta.
Si no hubiese sido por el fotoperiodista que captó con su cámara el momento, la policía quizá no habría dado con los hechores o tal vez hubiese dicho que el menor fallecido pertenecía a una mara y por eso lo mataron, sería un número más en la lista de estudiantes asesinados este año.
Sin embargo, esta vez la víctima tenía rostro, identidad y una historia que dejaba detrás, información que no se conoce en la mayoría de los casos en que sólo se encuentra un cadáver no identificado.
El fotoperiodista hizo su trabajo. Habrá que preguntarse si las instituciones encargadas de educar, vigilar y salvaguardar la vida de las personas hicieron su trabajo para evitar que haya jóvenes capaces de cometer hechos delictivos.

1 comentario:

  1. La gente es ciega. Al acusar al fotoperiodista solo busca una explicación fácil, cómoda, ante estas escenas duras y crueles. Al final, solo pasan la página y aquí no sucedió nada.

    Es fácil echar la culpa al fotoperiodista, sobre todo para quienes desconocen el modus operandi de la profesión. Lo difícil es aceptar que la muerte del joven es culpa de todos: los padres que no dan ejemplo, los directores que saben de los alumnos problemáticos y son permisivos, del MINED que quitó los psicólogos de las escuelas, de los Policías a quienes les valió sorbete la denuncia ciudadana porque era "otra riña más"... hasta a los vecinos del homicida ya esperaban que en algún momento asesinara a alguien!!!

    Y lo risible es que hasta el presidente Funes le echa en culpa al periodista. Habría que preguntarle, qué pasa con las otras 14 personas adicionales que matan en nuestro país día a día? El fotoperiodista también tiene la culpa !?

    El Salvador es tierra de cobardes. Aquí, a la fecha, nadie puede hablar de valentía, si vivimos en un país de zozobra, donde un correo electrónico anónimo firmado por las maras ocasiona un pánico masivo.

    Es triste, pero los verdaderos Héroes en este país o viven de milagro, o están muertos.

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