La Dirección de Protección Civil realizó un taller para locutores y periodistas pertenecientes a la Asociación Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER) para explicar la perspectiva climática para los meses de octubre y noviembre.
A la actividad también fuimos convocados periodistas del resto de medios de comunicación (en mi caso, prensa escrita).
La idea era explicarles a los representantes de las radios comerciales que no cuentan con espacios noticiosos el escenario de riesgos que se prevé con las precipitaciones que se esperan para los próximos dos meses, que dicho sea de paso, superarán los promedios históricos; además de explicar la forma de cómo funciona el Sistema de Protección Civil y la emisión de alertas en caso de fenómenos naturales.
Y es que las lluvias siempre dan mucho qué hacer en este país, donde el 88% del territorio es altamente vulnerable (somos amenazados por inundaciones, desborde de ríos, deslizamientos, sismos, terremotos y actividad volcánica).
A esto se añade que la perspectiva climática es poco alentadora. Los promedios de precipitaciones para octubre podrían oscilar entre los 166 y 543 milímetros, cuando lo normal es entre 154 y 225 milímetros.
En un invierno normal, llueve 1,800 milímetros, pero esa cantidad fue superada en julio, por lo que este 2010 batió record. Eso no es causa de alegría porque los suelos están sobresaturados de humedad y se vuelven más susceptibles a deslizamientos, derrumbes y cárcavas; los ríos también crecen con más rapidez y se desbordan, causando inundaciones tanto en la zona costera como en el área metropolitana de San Salvador.
Dichos eventos son los que ponen en riesgo a la población y como no podemos controlar a la naturaleza, lo único que se puede hacer es aprender a convivir con el riesgo.
De ahí que es importante que las comisiones comunales, municipales y departamentales de Protección Civil jueguen un papel más activo en el monitoreo de las amenazas y en la organización de las familias para que, ante un fenómeno meteorológico peligroso, sepan que deben evacuar y hacia dónde deben ir.
En estos momentos, se vuelve importante el papel de los medios de comunicación para que alerten a la población pero que no la alarmen.
Los que cubrimos habitualmente la fuente de Protección Civil sabemos que debemos consultar a las autoridades de la materia para transmitir información oficial, además de hacer nuestras propias historias en el lugar de los hechos para conocer de primera mano las necesidades de los afectados.
Pero en el caso de las radios que no tienen espacio de noticieros (el 90% de todas las emisoras de ASDER), no difunden los comunicados oficiales y se limitan a transmitir lo que obtienen a través de llamadas e informes de los radioescuchas (y a veces se puede tratar de rumores solamente). En esas circunstancias se corre el riesgo de desinformar a la población y alarmala. Es por eso que la primera acción que los medios y periodistas debemos tomar es NO AJOLOTARNOS (como decía una colega), es decir, no dejarnos llevar por cada chambre o rumor que escuchemos, sino que hacer la debida indagación y corroboración antes de emitir una información.
De acuerdo al convenio de Protección Civil y ASDER, la primera difundirá a través de los medios de comunicación la información del fenómeno que afecta al país, el tipo de alerta, las recomendaciones a acatar y las acciones que debe tomar cada institución, a fin de mantener un nivel de organización y atención que permita prevenir desastres.
En este último aspecto, es importante determinar que un desastre no sólo se refiere a las pérdidas materiales y económicas, sino que también se refiere a la afectación de vidas humanas.
El Salvador no tiene cultura de la prevención, cuando se pide a las personas evacuar sus viviendas de forma preventiva durante una alerta, no todas atienden en llamado y si lo hacen, lo hacen de forma parcial, es decir, siempre se queda alguien "cuidando" las pertenencias.
Y es que muchas personas temen que al dejar sola su casa entrarán los ladrones y se llevarán las cosas, otras pretenden rescatar lo más posible en una inundación y no piensan en que en una crecida del río o en un deslizamiento no podrán salvarse a sí mismos y mucho menos a las cosas.
Pero bueno, ese es un problema que tiene que resolverse para bien de la sociedad porque de lo contrario en cada invierno se repetirán las historias de los fallecidos en las inundaciones y deslizamientos.
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