El tiempo pasa y de nuevo nos encontramos festejando la llegada de un nuevo año.Si echamos una mirada hacia atrás, vemos que este 2010 estuvo lleno de muchas actividades.
Para algunos, llegó la bendición por medio de un trabajo, mejora salarial, un nuevo miembro en la familia, etc; para otros, trajo tristeza porque algún miembro de la familia ya no está con nosotros, ya sea por enfermedad o porque fue víctima de la violencia.
Como sea, el mundo es así, unos están riendo, otros están llorando.
Pero algo es seguro, con la llegada de un nuevo ciclo de vida, aumentan las esperanzas y augurios de bendiciones y prosperidad.
El deseo de cada persona -incluyendo a los que se dedican a delinquir- es que el 2011 traiga prosperidad en todos los ámbitos.
Ciertamente todos queremos salud, familia, techo y solvencia económica; pero a veces se nos olvida lo más importante: llenura espiritual.
Ojalá que entre los propósitos de año nuevo nos propongamos acercarnos más a Dios. Y es que hacer eso tiene más recompensa y beneficio.
Como dice la Escritura: "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones" Santiago 4:8.
En estos tiempos, es muy importante acercarnos al Señor, al hacerlo él suplirá todas nuestras necesidades. "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" Mateo 6:33.
Además, debemos tomar en cuenta que los tiempos son finales y no debemos estar afanados con cosas que no edifican el alma.
Como dije, que este nuevo año nos pongamos como meta buscar más de Dios. "Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos" Romanos 13:11.
Amémonos unos a otros, perdonémonos y afirmemos nuestro corazón y mente porque Cristo ya viene.
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