martes, 10 de noviembre de 2009

La solidaridad en la tragedia


Si algo de bueno se puede sacar de las tragedias que ocurren en nuestro país, es la solidaridad del pueblo salvadoreño para socorrer a nuestros hermanos que más lo necesitan.
Las fuertes lluvias causadas por una depresión tropical la madrugada del pasado domingo, dejaron a miles de personas sin nada más que la ropa que traían puesta.
Hasta la tarde del lunes, el Sistema de Protección Civil contabilizó a 13,680 personas albergadas en 118 refuegios en los departamentos de La Paz, San Salvador, San Vicente, Cuscatlán, La Libertad, Cabañas y Usulután.
Desde la madrugada del domingo cientos de personas, entre voluntarios y miembros de los cuerpos de socorro, se apresuraron para evacuar a los damnificados y rescatar los cadáveres.
No faltaron quienes buscamos en nuestro armario ropa y frazadas para palear un poco la humedad y el frío que sufrían los afectados.
En esta labor no hay rótulos. Iglesias, empresas, instituciones públicas y privadas y gente de buen corazón trabajan por llevar alimento y abrigo a los albergues.
Con el decreto de estado de calamidad, el gobierno central destinaría $150 millones para atender la emergencia. Sólo para la reparación de las obras de paso (como el puente Melara que fue totalmente destruido), se necesitarán $80 millones.
Pero lo que más se necesita es la solidaridad y la ayuda de todas las personas, salvadoreñas o no, para limpiar los escombros y reconstruir las vidas de las miles de familias que hoy están sufriendo.
Con muchas o pocas herramientas para hacerlo, es la fuerza de voluntad y el valor del pueblo de Cuscatlán el que sacará adelante esta nación de esta tragedia.

Fotos: Tulio Galdámez

No hay comentarios:

Publicar un comentario