viernes, 20 de noviembre de 2009
Y me subí en un Black Hawk
Cuando me dijeron que viajaría hacia el municipio de Guadalupe, San Vicente, a bordo de un helicóptero UH-60, conocidos como Black Hawk, solo recordaba la película "La caída del alcón negro".
Me gusta esa película, es bastante dramática y muestra acción con soldados valientes y a la vez temerosos. Nada que ver con las escenas de tipo "Rambo", "Mentiras Verdaderas" o "Duro de Matar", en las que los protagonistas siempre salen airosos aunque hayan sangrado más litros de sangre de los que tiene el cuerpo humano.
Bueno, el punto es que tuve la oportunidad de subirme en uno (de hecho dos, porque me fui en uno y regresó en otro, siempre UH-60).
Cuando iba me senté en los primeros asientos, cerca de la ventana, pretendí tomar fotografías aéreas de la zona de desastre en San Vicente. Lamentablemente, no pude porque el viento nos daba con mucha fuerza y me concentré en impedir que mis lentes y mi cartera salieran volando.
De regreso, me senté en la segunda fila porque desde ahí podría tomar fotos, me amarré bien todas mis pertenencias para que no se las llevara el viento.
Pero esta vez viajamos con las puertas cerradas. Pero aún así logré tomar algunas fotos desde la ventana.
Me gustó el viaje, aunque esos helicópteros son muy ruidosos.
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