La mujer más maravillosa

Todos, o la mayoría, coincidimos en que la mujer más maravillosa del mundo es aquella que nos dio la vida.
Hoy es el día que las personas dedican a homenajear a las madres, pero debemos recordar que ellas no son madres solo un día al año, sino los 365 días, las 24 horas.
No esperen que sea un día como este para darle una rosa, un abrazo, para decirle que la quieren y para dar gracias Dios por la mamá que tienen.
Doy gracias a mi Señor por la madre que me dio.
Ella se dio a sí misma por su familia, hasta el último momento. No fue una gran empresaria, ni una gran profesional, fue una mujer trabajadora, que se gozaba alabando a Dios, que me enseñó a hacer las cosas bien, a respetarme a mí misma, a superarme, a no depender de otros, a trabajar duro como ella sabía, que me enseñó a ser honesta y no me avergüenzo de sus enseñanzas, de sus consejos ni del oficio que me enseñó.
Aprendí a trabajar con mi mente y con mis manos gracias a ella.
Alabo a Jehová Dios de los ejércitos, en el nombre de Jesucristo Señor de Señores, y le doy gracias por la madre que me dio y por las bondades que tuvo para con ella los días que nos permitió tenerla.