Inicios del siglo XX
-Carmen nació en una hacienda, hija de dos criados.
-Murió el papá, el patrón pagó el entierro.
-Murió la mamá, el patrón pago el entierro.
-Carmen era aún una adolescente. Dijo el patrón un día: bicha vení, pagame.
-Carmen obedeció
-Carmen se tuvo que ir de la hacienda al pueblo, a Suchitoto, a ver qué podía hacer para subsistir, llevando en su vientre la semilla del patrón.
-Por alguna razón, a Daniel le gustó Carmen y no le molestó darle su apellido al pequeño Julio.
-Claudina nació en una champa del barrio Victoria, dicen que fue gemela, pero el otro falleció al nacer.
-Un día Esteban, su papá, llegó de trabajar y encontró a dos jóvenes. Y preguntó ¿qué quieren?
-Elisa respondió: son mis hijos.
-Esteban tomó de nuevo su sombrero y se fue.
-A Claudina la dejaban sola en la noche, despertaba en la oscuridad y corría con mucho miedo donde la champa vecina. Así por muchas noches.
-Don Esteban, mire a la cipota la dejan sola en lo oscuro y se viene para acá.
-Niña Cleofa, llévela usted de confirma y si viene la nana ya no se la dé.
-Bueno, está bien.
-Cuando Elisa llegó, la ahora madrina le dijo ese acuerdo con su ahora compadre. Elisa no se opuso, solo se fue.
Claudina tenía 15 años y Julio 18. El escenario se movió a Potrero Grande, El Paisnal.
-Cipota babosa, qué te van a querer esas gente, si vos no sos igual a ellas. Vos sos una pelada.
-Sí madrina, pero yo me voy.
Un breve encuentro en la fuente de agua.
-Muchacha vení.
-"Ay Dios mío, me van a pegar"
-Vení, no tengas miedo.
-Dígame niña Carmen.
-¿Vos estás con Julio?
-Sí
-¿Dónde dormís?
-En tal parte
-Nombre, veníte para la casa, no tengas miedo.
Dramas, tragedias, risas, llanto, miedo y hastas historias fantásticas tuvieron como escenario en la "casona" de la abuela, a un par de cuadras de la estación del tren La Toma de Aguilares. Ese tren que llegaba puntual todos los días, ese que tiraba de vagones que a veces llevaban caña de azúcar.
-Antonio se subía a bajar caña y se la tiraba a la Concha.
-Iban los dos hermanitos cargando "el tercio" de caña en sus hombros hasta la casa.
Antonio y Concha siempre andaban juntos y por traviesos se ganaban varias tundas.
-Mayita (apodo cariñoso que comprimía mamá Carmecita), siempre estaba en la máquina de coser. De la costura trabajó por décadas.
-Payito (papá Danielito) seguía como secretario municipal.
-Claudina, hacia tortillas para vender, además de todo el que hacer doméstico de la casa y los mandados que la niña Carmen ordenara.
-Y Julio, bueno, la figura del machismo andando; pero esa será otra historia.