domingo, 8 de enero de 2023

Una rama que se extinguió

Las ramas del árbol genealógico se van extendiendo o cortando con el paso del tiempo. Aunque algunos linajes ya cuentan con varias descendencias, otros se extinguen y van quedando en el olvido.

Hace unos pocos días acompañamos el entierro de la tía Ana, prima de mi papá, ya no me acuerdo si era hija de Amalia o de Concha, pero de una de ellas era hija.

Al ver a algunos de los parientes recuerdo que le comenté a mi papá "que montón de Peñate son ustedes" (por no decir somos 😄). Y me dijo que sí, que eran varios primos, primas y sobrinos, muchos que probablemente ya no logramos identificar.

Y es que Juan, Amalia, Concha y Miguel tuvieron varios hijos e hijas, quienes ya tuvieron varios hijos e hijas y nietos. En eso recordé a tío Chico, el hermano mayor de todos ellos.

Su imagen es vaga en mi memoria, era muy pequeña cuando lo conocí, era de piel algo clara pero marcada por el sol, nariz pronunciada como el resto de sus hermanos y delgado.

Recuerdo que decían que era loco, deambulaba por las calles constantemente y siempre con un pedazo de palo en su mano que le servía de bastón y de repelente contra algún adversario real o imaginario.

De vez cuando llegaba a mi casa a hablar con mi papá o mi mamá, a veces con conversaciones cuerdas y otras no tanto; pero nunca fue agresivo con ellos.

Me decían que no le tuviera miedo y que le diera lo que pedía, a veces azúcar, a veces pan, no pedía mucho.

Hasta mucho después de su muerte me enteré que tuvo un hijo, de nombre Eduardo me parece (la verdad no recuerdo bien su nombre), solo sé que murió bastante joven y el dolor de su pérdida habría sido la causa del desvarío de su mente.

Una vez la tía Ana dijo que no era tan loco porque bien escondía el pisto para que no se lo quitaran, probablemente tuvo razón.

Murió siendo un anciano, en casa de una de sus hermanas.

Esa rama de la familia ya no floreció, "se extinguió" -pensé para mí-, ya solo queda en los recuerdos de quienes le conocieron, que ya van quedando menos.

No creo que estas pocas líneas que exprimí de mis memorias puedan servir de homenaje, a falta de contar con una fotografía suya, solo me gustaría pensar que no queda del todo olvidado.